El fin de semana pasado fuimos a bicicletear por tierras de Toledo, concretamente por la Vía Verde de la Jara. El paseo es muy agradable y fácil, ciclístamente hablando. Terminamos en Aldeanueva de Barbarroya, un sitio recomendable y donde nos comimos una caldereta de ciervo bien rica. Ciervos que vimos durante nuestro paseo en bici, ya que todo está rodeado de encinares. Supongo que no el mismo que nos comimos. :)
Lo malo es la vuelta, concretamente los fitipaldis de la carretera. No comprendo por qué estos energúmenos no usa los intermitentes, se pegan a tu culo como si fueran perros recien llegados a un parque y en general les importa tres cojones que haya otros coches en la carretera.
Desde este humilde blog conmino a la Dirección General de Tráfico a poner carteles del estilo en las salidas y entradas de las ciudades.
Saludos.
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