martes, 7 de noviembre de 2006

No estaba muerto, estaba de parranda

Este es mi cuarto post y está dedicado a una de las mejores cosas de la vida: alternar. Y no me refiero al cambio continuo y sistemático sino a la actividad lúdica que supone salir de parranda.El cómo os lo dejo a vuestra elección, no haré apología del consumo de sustancias perjudiciales, legales, ni ilegales, pero sí de algunos de los mejores sitios donde se puede guapamente nianoniano. Todo ello en la zona centro de Madrid, ciudad donde vivo. Resumiendo que es geranio: guía personal y tendenciosa de los sitios que me congratulan.

  • "El Ñeru" situado en la c/ Bordadores nº5, muy cerca de la Plaza de Ópera y la Puerta de Sol. Es un restaurante típico asturiano en el que puedes tomarte una estupenda sidra o caña o vino o mosto o... acompañado de unas tapitas en forma de queso de cabrales, chorizo a la sidra o tortilla española igual de estupendos. Si además te ves con fuerzas, ganas y euros podrás disfrutar de otros platos típicos y contundentes como fabes con almejas, fabada asturiana o callos con garbanzos. El ambiente es agradable y perfecto para comenzar la tarde.

  • "Imperfecto" situado en c/ Coloreros nº5, en el mismo callejón que la chocolatería San Gines. Variedad: tés helados, mojitos, caipiriñas, batidos naturales, cafés al igual que cerveza, vino y demás néctares mundanos. La decoración es un tanto ecléctica, atención a las sillas colgadas en la pared, y la música suave para poder charlar tranquilamente. También ofrecen actuaciones, pero no sabría decir exactamente el día. Si no vas pronto estarás de pie, pero nunca hay agobio de ningún tipo y si vas pronto podrás sentarte en alguna mesa. Precios populares y ambiente agradable. Una alternativa en caso de alta ocupación es la "Sidrería Pola", justo enfrente.

Edito: han cambiado de situación, Plaza de Matute 2.

  • "Jose Alfredo" situado en la c/ Silva nº22, toma su nombre del famoso compositor y cantante mejicano Jose Alfredo Jiménez. Es un cocktail bar en toda regla. Jazz, espejos y poca luz para saborear los más variados combinados preparados por un experto camarero que agita la cocktelera con destreza: Ruso blanco, Manhattan, Té helado de Long Island, Cosmopolitan y un sin fin más. Las mesas lucen detalles de discos de Jose Alfredo bajo el cristal, los sofás son cómodos, los espejos reflejan la luz tenue de las lamparitas y conforman un agradable escenario para disfrutar de una velada deliciosa. Ideal para una primera cita.

  • "La Coquette" situado en la c/ de las hileras nº 14, muy cerca del Ñeru, fíjate que no está muy iluminado. Se trata de un bar de Blues o Blues Bar al que se accede bajando una escalera ya que se encuentra en un local bajo el suelo abovedado con ladrillo y a partir del primer peldaño empiezas a empaparte de ese ritmo pesado y pegadizo de la música que allí pinchan: blues. Hasta hace bien poco y aún lo siguen haciendo aunque con menos asiduidad pinchaban en vinilo. Pero lo que no se ha perdido son los conciertos en directo que se realizan entre semana y el aspecto de rudo y duro motero que muestra el camarero. El trato es cordial y los precios los que se estilan en una ciudad que se está poniendo tan cara como es Madrid. de vez en cuando te puedes encontrar algún que otra cara conocida de artistas y músicos (juro que Nancho Novo nos pidió fuego una vez). Otro para una primera cita. Recomiendo pasar al fondo a la izquierda.


  • "Berlín Café" situado en la c/Jacometrezo nº4. Descubierto por casualidad un lunes cualquiera. Subes la escalera y... Jazz en directo para quien le guste. Banda residente y espontáneos que suben y bajan del escenario con sus instrumentos para tocar conocidas y jazzisticas melodías para deleite de los asistentes, sesión jam. Montan saraos casi todos los días de la semana a distintas horas; una visita a la web os mantendrá informados. Decoración de café con toques modernos y cuadros de grandes estrellas del género. Precios nada populares, pero la música en directo es lo que tiene.

Pues hasta aquí he llegado. No hace falta decir que en el centro hay un mogollón de sitios más pero éstos son los que me gustan especialmente. Son tranquilos y no aptos para grandes farras, pero a uno la edad le va pidiendo más calma aunque algún que otro cartucho guardo en la recámara.

En un futuro me dejaré caer por Lavapiés y La Latina menos conocida para descubrir algunas joyas del más ligero alterne.

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